Durante estos últimos meses el metaverso se está convirtiendo en moneda corriente en los portales tecnológicos. Ahora, Meta -antes llamada Facebook- planea desarrollar una supercomputadora para ayudar a desarrollar el Metaverso de Mark Zuckerberg.

Hace unas semanas, Meta anunció que a mediados de este 2022 conectará el AIRSC (Artificial Intelligence Research Super Cluster), una supercomputadora diseñada específicamente para desarrollar sistemas de inteligencia artificial que ayuden a su vez a desarrollar tecnologías básicas para el funcionamiento del universo virtual.

El metaverso será, según las ideas de Zuckerberg, aquel lugar virtual donde pasaremos mucho tiempo de nuestros días. Podremos conectar virtualmente con amigos, colegas y familiares, y realizar muchas de las actividades que hacemos en el mundo real, pero de manera virtual. La manera más sencilla de entenderlo es verlo: Ready Player One, el film de Steven Spielberg, es lo que más se asemeja hoy en día a este concepto. Un mundo virtual al que accedemos colocándonos cascos de realidad virtual y trajes que detectan nuestros movimientos. Pero aún está en pañales, sin una fecha siquiera estimada de lanzamiento. Es ahí donde estas IAs entran en juego. Para desarrollar las aplicaciones y programas que soportarán el metaverso, se requiere de muchísimo poder de procesamiento, y las tecnologías de IA Machine Learning y Deep Learning son las técnicas más avanzadas de inteligencia artificial para desarrollar estos sistemas. A través de las mismas, por ejemplo, los avatares (representación virtual del usuario) tendrán movimientos más fluídos y naturales, la física de un campo de juego virtual podrá acercarse a la realidad a niveles muy realistas, y que los usuarios puedan interactuar entre sí como si estuviesen frente a frente, leyendo sus expresiones faciales al más mínimo detalle. La ventaja de estas tecnologías es que pueden literalmente “aprender” de miles de ejemplos, en miles de idiomas, de miles de fuentes distintas, ya sea de video, de fotografía o de audio.

No estamos exagerando cuando decimos “aprender”. La base de estas tecnologías es literalmente dejar que la máquina aprenda y desarrolle su mejor solución en base al problema presentado. Por supuesto, al tratarse de un programa que aprende, mientras más ejemplos le demos de como se comportan las cosas en la vida real, mejor será su solución. Si la tarea es “hacer que el agua se vea realista” no es lo mismo que le presentemos diez videos de agua en un río a que le demos miles de muestras de ríos, arroyos, lagos y océanos. La segunda solución seguramente sea mucho más fiel a la realidad. Y por supuesto, para procesar toda esta información se requiere muchísimo poder de procesamiento. Es ahí donde ingresa la supercomputadora de Meta.

Uno de los primeros desafíos a plantearse según el propio Meta es un traductor simultáneo de voz para grupos grandes de personas. Un programa que sea capaz de tomar cientos de muestras de audio individuales, procesarlas, traducirlas y devolverlas a cada usuario en el idioma establecido en sus preferencias. De la misma manera, los proyectos donde se identifican objetos a través de videos o fotografías serán de alta prioridad, para poder interactuar a través de los smartphones y sus cámaras con realidad aumentada. Si bien la computadora no está lista todavía, ensayos preliminares estiman que procesa este tipo de comandos unas veinte veces más rápido que los estándares actuales.

Sin duda será interesante ver a esta super computadora en acción y como nos preparará las aplicaciones para el Metaverso.

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